jueves, 12 de febrero de 2015

Pueblo de Madera

Pueblo de Madera

En la película de pueblo de madera se manejan las vidas de las personas que viven en una comunidad serrana que se encuentra en Durango.
San Miguel de las Cruces es una comunidad pequeña, dedicada a los aserraderos, en donde la dinámica social se encuentra enfocada en puntualmente en tres aspectos o elementos:

1.- La religiosidad de las personas.
2.- La música y el baile.
3.- El cine.

Estos tres elementos son los que dan el dinamismo a dicho pueblo, la religiosidad marca una serie de valores y comportamientos morales, que se acatan o se evaden dependiendo de la situación o el momento en el que se encuentre el pecador.

La música y el baile, estas partes fusionadas hacen un verdadero festín nocturno para las personas de dicha comunidad, tanto el hombre como la mujer se dejan llevar por el vaivén de las canciones; canciones que a su vez provienen de esas regiones lejanas de la sierra; en las cuales su poesía contiene una fina mezcla de sentimientos y formas de vivir y añadiendo la particularidad de la canción norteña, en la cual siempre se canta con el corazón.

El cine, una actividad que en San Miguel de las Cruces va más allá del entretenimiento, las penas y los malos ratos pasados por los largos jornales de trabajo son olvidados con los clásicos del cine mexicano.

Los habitantes de San Miguel de las Cruces tienen sus sueños y sus ilusiones, en el pueblo hay traiciones, amor y desamor, todo mundo se conoce y comparten esa vida.

Pueblo de Madera hace énfasis en algunos aspectos de la vida en algunas regiones de la sierra de Durango, algunos aspectos como el protagonismo de dos niños, lo hace notar y lo resalta a la vez que intenta marcar dos panoramas, dos caminos que se pueden presentar en la vida de este tipo de comunidades, la persona que se va y la persona que se queda (el que se queda, se queda llorando y el que se va, se va suspirando).

Como San Miguel de las Cruces mantiene su economía en la industria maderera, es por ende su única actividad y el único pilar que funciona como sostén económico para todas las familias de la comunidad, la oportunidad de salir de ese lugar es mediante el estudio y/o una fuente de trabajo alterna.

En conclusión:
En la película se puede encontrar un intento por retratar la vida cotidiana de las regiones serranas, en especial esta región, que se encuentra en Durango. Con base en las lecturas realizadas en clase, se puede determinar que San Miguel de las Cruces, es una región, debido a su delimitación del espacio y por sus características que la conforman como tal.



martes, 2 de diciembre de 2014

Vereda trazada: El recorrido por los pueblos del sur de Sonora

El recorrido por los pueblos del sur de Sonora

A manera de introducción:
La realización de un viaje de estudios por parte de la materia de Métodos Cualitativos, generó una investigación y con ello una serie de actividades que se enfocaban en la búsqueda de información sobre los pueblos a visitar.

San Ignacio Río Muerto, Pueblo Yaqui y el Campo 28 (en ese orden) fueron las comunidades visitadas.

La actividad consistió meramente en observación y dicha observación nos iba a llevar hacía los elementos informantes, los cuales nos arrojarían información para dar un balance general sobre cada una de las comunidades.

La actividad duró alrededor de doce horas, partiendo de las 7am y regresando más o menos a esa misma hora pero de la tarde (7:00pm). La estadística del viaje fue elaborada por el profesor, los alumnos nos adecuamos a ella por medio de parejas; así que para la llegada a cada pueblo estar preparados para la realización de la observación general.

Tenemos que para este viaje me tocó participar junto con la compañera Jeniffer Galindo. El profesor nos otorgó un determinado tiempo para la observación en cada uno de los lugares, nuestras herramienta fue la entrevista; nos basamos en los trabajos y lecturas presentados en clase, dado que estos daban pie a un acercamiento a lo general.

San Ignacio Río Muerto, fue la primera comunidad que visitamos.

Para  mí fue una buena experiencia en cuanto al acercamiento, mi trabajo fue de ir a buscar los orígenes del pueblo y la forma en la que viven las personas, tradiciones, costumbres y demás, noté que el espacio era distinto al que estaba acostumbrado, aunque era una comunidad en la que se desarrollan actividades agrícolas, se miraba que era una comunidad muy grande y que el ejido (en especial esta institución) estaba muy bien consolidado y con mayor poder que el ejido de la región serrana colindante a Chihuahua.

Conocía San Ignacio con anterioridad, pero como todos esos pueblos del sur del Estado de Sonora, solo los conocía de pasa, pero nunca a detalle, también sabía que las actividades agrícolas eran el fuerte en esa región, pero no tenía idea de que corriera tanto dinero.

Sabía de viva voz de ejidatarios de las comunidades de Bacanora, Sahuaripa, Arivechi, Tarachi y Bámori que el ejido del sur de Sonora era muy fuerte, que los apoyos de programas nacionales estaban enfocados a lo agrícola, y que las grandes extensiones de agostaderos no compiten (en cuanto a la ganancia por hectárea) con esas hectáreas para agricultura comercial.

Tenía conocimientos previos a la visita a San Ignacio, al menos en cuanto a cómo se desarrollan las actividades ejidales, en cuanto a los apoyos en los programas (70-30 y 90-10, programas de apoyo federal para ejidatarios) y el rumbo que toman los ejidos en la región sur del Estado; lo que no sabía eran los detalles; detalles en la forma de vivir de las personas de dicha comunidad, en la manera en la que se ve el pueblo recorriéndolo por sus calles…

Al descender de la unidad que nos transportaba y entrar en contacto con el pueblo, llevaba en mente ir a los lugares en donde estuviese el común. Era de mañana, y aunque la comunidad es grande y tiene un gran número de habitantes, no se miraba muy concurrida.

Mi punto clave era ir al palacio ejidal, para obtener la información referente a la comunidad, esto al menos concerniente a su origen agrario; paseando y deambulando por aquí por allá me la llevé y siguiendo la pista de lo que eran señales ambiguas, llegué primeramente a la iglesia católica del pueblo, por suerte mía encontré a dos señoras (nunca falta la señora que rezadora o la que vive en la morada del señor), que para mí infortunio que desde un principio se mostraron con la negativa y el desinterés de no participar en mi proyecto, diciendo que no sabían nada. Mucho se podría decir de este primer paso, la calamidad y adversidad venían de la mano, pero no me iba a ir en vano de esa iglesia y por gracia del señor (o porque dije que era de Arivechi) doña Martha Ruiz (una señora que tiene más de 60 años viviendo en San Ignacio) accedió a platicar un rato conmigo.

Doña Martha no era oriunda de San Ignacio (había nacido en Álamos), pero tenía viviendo en el lugar más de 60 años. La conversación con este personaje fue breve, pero fue en la brevedad en la que encontré la opinión de alguien que va de la mano con los cambios que el tiempo (y la mano del hombre) ha realizado en el lugar.

Comenta Doña Martha que ella casi no sale, que tiene a sus hijos fuera y que le ayudan con lo que pueden. Nos dice que la comunidad de San Ignacio a cambiando mucho, en aspecto de población y que se “a llenado de gente del sur” que busca trabajo y que les gusta el lugar y se quedan, aunque no en mayoría, pues nos dice que son por temporada.

Al comentarle sobre los problemas que se tienen, nos dice que si se ve inseguridad (al menos ella lo siente así), menciona que casi no sale a la calle porque “pasan los carros volando”.
“Era un pueblito chico, apenas ahora se esta poniendo grande” dice Doña Martha, y es que a ella le toco la migración de personas, llegadas para el reparto de solares. Nos comenta que antes sembraban mucho las tierras, pero que ahora solo las rentan a los ricos.

La ganadería no se da en el lugar, no de manera intensiva, se da en pequeños lugares cerrados y en algunas partes alejadas de los terrenos dedicados a la agricultura.

San Ignacio Río Muerto es un lugar vasto, con múltiples terrenos dedicados a la agricultura, es esta práctica la realizada en su mayoría por sus habitantes.

En cuanto a lo referente al reparto agrario tuve la oportunidad de entrevistarme en el palacio municipal con el secretario del Ejido, hablamos entre otras cosas la fundación del reparto, y que estaba manchado con la muerte de 7 personas (entre ellas dos de sus hermanos), la invasión de un predio provocó la movilización de elementos federales y del ejército y el enfrentamiento se dio dejando ese trágico momento en sus mentes.

Las personas encargadas del ejido nos dieron una panorámica más representativa en cuanto a la economía del municipio, la agricultura es fundamental (se siembra trigo, cártamo, sorgo, etc.), pero es costoso trabajar las tierras y competir con el mercado.

Existe un porcentaje muy alto de ejidatarios que no siembran sus tierras, por el hecho de que no representa una ganancia segura, así que optan por rentar o vender sus tierras, a lo que el secretario del ejido dice que “es una de las plagas más peligrosas que no se han podido erradicar”.

Lo curioso de los terrenos de San Ignacio es que no están divididos por cercos, las delimitaciones de están marcadas por los trazos de bordos que se hacen al medir o al desmontar un área. Es visible que por el camino de terracería se vean partes que aún no han sido desmontadas, parece mínimo el porcentaje de estas zonas sin desmonte, pero también son estas pequeñas áreas o franjas con palo verde y mezquite las que ayudan a la retención de tierras.

Me fui de San Ignacio Río Muerto con muchos elementos por tratar, para mi es el espacio que menos me presento problemas para desarrollarlo.

Pueblo Yaqui: “Quítate que ahí te voy.”

Al llegar a Pueblo Yaqui la impresión fue muy distinta a la que lleve con anterioridad en San Ignacio; aunque San Ignacio era grande, Pueblo Yaqui era más concurrido, un pueblo urbanizado, con todos los servicios, tiendas departamentales, boutiques, gimnasios, bares (sobre todo bares), de todo un mucho.

Encontraba en Pueblo Yaqui un Capitalismo Brutal, no era Salvaje (Sí, es justo y necesario citar al Dr. Leopoldo Eduardo García Ortega), era Salvajísimo, un capitalismo “quítate que ahí te voy”.

Mi primera impresión del lugar se mantuvo, y se comprobó poco a poco ese estado de capitalismo; lo chistoso para mi es que Pueblo Yaqui tiene todo para caer en la categoría de municipio y no dudaría que existan también estos intereses en los empresarios agrarios del lugar.

Las primeras horas en Pueblo Yaqui las dedicamos (el resto de mis compañeros y yo) a comer y a deambular por los caminos, algunos comían en el camión y otros derrochaban en cada comunidad visitada.

En Pueblo Yaqui me fue casi imposible llegar a los lugares para buscar la información, era tarde y las oficinas de gobierno (en su mayoría) ya andaban cerrando o estaban cerradas.

Quise proceder igual que en San Ignacio, llegar a los lugares concurridos, buscar un foco de personas (parques, iglesia, palacio ejidal) y entrar a preguntar sobre la vida en la comunidad. Para mi triste suerte el palacio ejidal estaba cerrado y la iglesia por las mismas, bajo señas de una señora dueña de un puesto de abarrotes me dirigí a la comisaría del lugar, esperanzado en encontrar a alguna persona que pudiese dar razón sobre el pueblo.

Llegué al edificio de la comisaría nos atendió el comisario y nos comenzó a hablar sobre el uso del suelo, sobre las empresas con las cuales ellos comercializan sus productos.

Al preguntarle sobre si en Pueblo Yaqui se daba el arrendamiento de terrenos nos dijo que “desgraciadamente ese era un mal que no se podía combatir”, era un porcentaje muy alto de ejidatarios que optaban por esta opción, la cual es muy cómoda o en palabras del comisario, “es una opción por la cual optan muchos dado que los costos de producción son muy elevados”.

El Capitalismo se da y se da con fuerza, las hectáreas de renta se tienen muy bien manejadas, y a los empresarios, que juegan un papel de latifundistas acaparan los terrenos, al tener un mayor número de hectáreas, manejan y controlan los precios de distintos productos, el grano, los fertilizantes y hasta el uso del agua.

Al tener acaparado un gran número de hectáreas tienen un mayor número en utilidades, consiguen mejores precios al mayoreo en insumos, etc.

La rentabilidad del espacio se da mediante trato directo, y se tienen manejados los precios por hectárea de renta, un ejidatario promedio puede obtener 100 mil pesos libres anualmente, cosa que no podría conseguir (quizás sí, quizás no) si se pusiere a cultivar sus tierras.

Pueblo Yaqui es una comunidad grande, con mucho tráfico de dinero, un lugar en el que el comercio y la agricultura van ligadas para formar un solo.

Me fui de Pueblo Yaqui entre una nube de polvo de sus calles y con vista rumbo al Campo 28.

Campo 28: En los ojos de San Isidro

Llegamos al Campo 28, el último lugar en el itinerario del día, la investigación resultó un poco quebrada, era tarde y la gente aún estaba en las parcelas, unos cuantos se encontraban el lugar, la primera vista del Campo eran una serie de construcciones modernas, pero resaltaban en el lugar dos casas antiguas, un viejo almacén y una serie de máquinas para el uso agrícola (trigadoras y tractores), con la antigüedad acuestas.

El lugar es pequeño, pero me gusta la tranquilidad, se respira un ambiente diferente a los experimentados en San Ignacio Río Muerto y Pueblo Yaqui.

Algunas personas están fuera de sus casas, en los portales; en los corrales tienen gallinas y cochis. La panorámica es esplendida, parecida a una de esas “pequeñas” utopías formadas allá en lo alto de la sierra sonorense (El Charco Puerco, Los Melones, y porque no, El Real Viejo del Dr. Samuel Ocaña).
La información sobre el Campo 28 llego poco a poco, las personas se preguntaban (quizás) quienes eran esos extraños y porque estábamos ahí. Fue así como entable comunicación con un señor, dueño de una tienda de abarrotes.

Me comentaba el señor, que el terreno del campo 28 era de Guillermo Parada Laborin, y que se había expropiado en 1934, respetándose 4 hectáreas, las cuales respetaban las construcciones antiguas del lugar (las casas y el almacén), se dio un reparto agrario, pero me mencionaba que en el Campo 28 no hay ejidatarios.

El Campo 28 cuenta con educación básica (kínder y primaria), no cuenta con festejos tradicionales,  pues las festividades las van a celebrar al Campo 30 y a Pueblo Yaqui, sin embargo a mediados de mayo se le ofrece un rosario a San Isidro, el santo de dicho campo.

Casi para finalizar mi transcurso en el Campo 28, me topé con dos muchachas que se dirigieron a mí, (una de ellas con ascendencia Pima), esta vez yo el entrevistado.

Al llegar conmigo, me preguntaron que sí que andábamos haciendo en el lugar, yo le comente que un trabajo de investigación para una materia de la Universidad de Sonora.

Una conversación muy corta, ellas se dirigían a sus casas y yo ya iba rumbo al camión que me traería de regreso, en el trayecto de lo que era el centro de la comunidad a su casa, hablamos alrededor de 2 minutos, jugamos un papel de pregúntame y te pregunto.

Me platicaron sobre el uso del suelo y que por lo general es el trigo el elemento principal para la siembra. En ese momento de la conversación, ellas señalaron las tierras y me indicaron que se encontraban aradas para dicho cultivo, se siembra en noviembre y se levanta en los últimos de mayo, primeros de junio.

Estas muchachas me comentaron que las personas se dedican a trabajar en los campos, que muy temprano llega un camión por las personas del pueblo para irse a trabajar.

Me hablaron de igual forma de que en ocasiones van al campo brigadas de cursos, sobre manualidades y belleza; que de hecho era ese el motivo por el cual se habían acercado a mí, pensaron que era una de esas personas que imparte o que lleva información sobre dichos talleres.

Finalizaron las labores de investigación en el Valle del Yaqui, la noche nos tomó por sorpresa y nos dirigimos rumbo al norte, salimos del Campo 28 y quedó atrás el recuerdo de un día largo que no solo nos sacó del sedentarismo que trae consigo la rutina de la ciudad, sino que nos dejó (al menos en lo personal) con una excelente y muy buena experiencia.  

Sobre las problemáticas para estudio:
Aquí en estos campos hay muchos elementos para un buen estudio, cualitativo o cuantitativo.
Estaría bueno ir hacía los porcentajes de personas que van llegando a estas comunidades, también estudiar el ejido, sus ejidatarios, los porcentajes de producción anual a través  del tiempo.
Los problemas sociales enfocados al crecimiento poblacional, la inseguridad, drogadicción, etc.

La migración pudiese ser un buen estudio, porque este elemento lo vemos en común con las comunidades visitadas, dado que existen fuentes de empleo que la desarrollan año con año, creo que es un elemento cambiante y que va en asenso.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Descripción de un juego de béisbol en la región Sahuaripa



Descripción de un juego de béisbol en la región Sahuaripa

Los partidos de béisbol son eventos que en la mayoría de los casos van más allá de un encuentro deportivo, son en ocasiones un punto para la convivencia social y familiar o en otros casos se vuelven el espacio ideal para dar fin a viejas rencillas, problemas personales entre jugadores de ambos equipos o por parte también de los espectadores en las tribunas.

Los partidos de béisbol en la Sierra Sonorense toman giros muy diversos. En lo personal he precenciado muchas finales , entre na cabecera municipal y otra, son estos últimos partidos de temporada los más fuertes, los que concentran a un mayor número de personas; las distancias entre un pueblo y otro se inimizan y no a de faltar la persona de nuestro comunidad que organice una coperacha para echarle gasolina a su foron, esto con la finalidad de asistir a un último partido. Mujeres y niños no pagan, pero en la mayoría de los casos nuestro coterráneo no consigue sacar gran cosa de los bolsillos de aquellos que ya están trepados en su troca y no le queda de otra más que aceptar las escasas limosnas que le han otorgado. Los que pueden dar dan de buena gana, pero nunca a de faltar pagar con un buen gracias al final del trayecto, esto se vuelve una costumbre vaciladora y escuchar el clásico “Con gracias no camina el carro” y caminar hacia el deportivo entre risas y gritos, es algo más que clásico.

El raite de ida es seguro, el de retorno quien sabe, si el conductor es muy tomador, es probable que te dejen tirado en otro pueblo (me ha pasado) y te las tengas que ingeniar por tus medios para regresarte.
Ya en el primer partido (el de la mañana) la gente y los jugadores se dejan ver  y llenan las gradas del estadio entre visitantes y locales…

La división de las gradas es clara y en cuanto va avanzado el partido se hacen notar las diferencias entre unos y otros.

Las personas suelen identificarse con los equipos, unos más que otros, y es esta identificación la que hace la diferencia en cuanto a la manera en la que se va a comportar durante el tiempo que va a durar el partido.
Tenemos a las personas que están tranquilos y disfrutan del juego, otros que están inquietos echando porras y aquel grupo que mira el partido, un poco alejados de las gradas, estos últimos también disfrutan del partido, pero también de la cerveza.

La mayoría de las veces no ocurren hechos de sangre, pero cuando ocurren pleitos, es cuando tenemos un partido muy cerrado…

Si se tienen pleitos en el primer partido, los habrá durante el segundo , y es en el final cuando se tienen problemas fuertes, las porras con tinte de burla y las mentadas de madre, la carrilla pesada amenizan la conclusión del juego.

Y aquellos que se encontraban alejados de las gradas, disfrutando del partido y la cerveza no están salvos de sucumbir ante el torrencial y caudaloso rio de la memoria y el recuerdo; ayudados con el alcohol, empiezan a recordar las faltas del pasado, si, algunos son problemas personales que llevan a unos a agarrarse a golpes.

Por lo general la policía municipal no se mete a desapartar a estas personas, los elementos no son arrieros, pero “saben de que patas cojean sus mulas” conocen de sus problemas y saben que continuamente están enfrentándose, finalizan su participación diciendo a la concurrencia: “Déjenlos que se agarren y que se quiten las ganas”.

Los ejidatarios siempre andan en pleito y en la mayoría de los casos son ellos los que arreglan cuentas (en ocasiones sin querer) en estos partidos, sacan sus problemas ejidales del Palacio Ejidal y tratan de arreglarlos a golpes e insultos cuando ya se encuentran ahogados en el alcohol.
Si las peleas son en las gradas, se puede llegar hasta la suspensión del partido, eso si son problemas entre múltiples espectadores.

Visitantes y locales, jugadores y espectadores se unen en cada temporada, las rivalidades del pasado reviven año con año, recordando hechos referentes a golpes o bien algunos tienen que ver con la mala participación del ampáyer; no importara mucho al caso, puesto que los desenlaces siempre llegan con un festejo en las cabeceras municipales, puede haber motivos para estar alegre y los habrá también para estar tristes, siempre se encontrara el pretexto oportuno para tomar y juga nuevamente en la siguiente temporada. 

Cardenales de Arivechi, Sonora.

jueves, 30 de octubre de 2014

Los que se quedan

 
LOS QUE SE QUEDAN

El documental de “Los que se quedan” bajo la dirección de Juan Carlos Rulfo y Carlos Hagerman nos plantea una realidad existente, que se ve reflejada hasta en los rincones más inhóspitos del país.

Juan viaja con su cámara nos muestra la forma de vida que llevan las personas que se ven afectadas directamente por la migración de un ser querido hacía Estados Unidos.
Las relaciones familiares se ven fuertemente afectadas por la separación, cada elemento familiar sufre a su manera, los padres extrañan al hijo que se fue, los hijos extrañan al padre, la esposa al esposa, una cadena segmentada en la que brota la nostalgia y los sentimientos salen a relucir.

La partida es algo que se marca desde muy pequeños, no parece ser algo nueva la migración, generaciones en el pasado también lo hicieron. Son las pocas o inexistentes fuentes de empleo las que ocasionan este movimiento hacia el vecino del norte. Los migrantes miran a Estados Unidos como la solución a todos sus problemas, pero sin saberlo, dejan atrás otros problemas, que quizás para ellos (los que se van) no sean primeramente algo de mucha importancia.

El que se va, se va caminando y el que se queda, se queda llorando. Irse de su lugar de origen implica abandonar un todo, el sentir de los que se quedan se refleja en sus palabras, buscan el calor y la presencia del que se a marchado. Ese que se fue, busca traer el bien, los que se quedan lo buscan a él. Son esos sentimientos, la necesidad del ser querido los que hacen que la nostalgia ahogue a las personas.

En una comunidad donde el partir es lo normal, ahí miramos que lo normal es acostumbrarse a esta practica, los niños absorben las ideas de que el dinero y la buena vida se encuentran y se pueden dar solo si se sale de ese lugar.

Independientemente de la partida y la distancia, los que se quedan tienen siempre en sus mentes el recuerdo de esa persona que se les ha ido lejos.

De ahí salieron aquellos que no tenían nada, también esos que tenían una tierrita y que quizás podían darse vida con ella, están esos que se fueron en el pasado, que hoy tienen algo y que se ponen como ejemplo de progreso mediante su partida hacía Estados Unidos…

Los que se quedan, esperan a esos que se fueron, pero cuando regresan muchos traen nuevas costumbres, aprendieron un nuevo estilo de vida y algunos llegan hasta avergonzarse de su tierra.

jueves, 16 de octubre de 2014

La Canción Del Pulque

La Canción Del Pulque

En el trabajo documental de La canción del pulque el director nos invita a conocer un lugar con características especiales, que dan testimonio de vidas que van a través del tiempo.

Es la unión de una pulquería, sus clientes habituales y la música, lo que hacen de La pirata un espacio que funciona como refugio, un sitio que refleja regocijo y alegría por una parte y por otra la tristeza y la realidad de la que muchos tratan de escapar.

Los testimonios (que es el elemento clave del documental) atraen al espectador con sus variantes temáticas; por un lado al vacilador y burlador de la vida y por otra al trovador de pulquería.

La vida cotidiana en esta pulquería, sobresalta y hace énfasis a lo largo del documental sobre los aspectos de cada uno de los personajes tratados en el mismo.

Adentrarse en La Pirata, sin duda puede ser una gran aventura, en la cual estaremos expuestos a un ambiente poco común e incluso, quizás para muchos un rincón desconocido, un terreno escarpado con caminos sinuosos. El autor consiente debió haber estado al realizar su trabajo de estudio, al caminar rumbo a este lugar y ver en el una fuente de relatos, tradiciones, leyendas, etc. por su cabeza debieron pasar las ventajas y desventajas de trabajar en este tipo de ambiente y con aquel tipo de gente, es decir, gente en su ambiente y parcial o enteramente ebria.

Los elementos de la vida cotidiana, de la identidad del ser que gusta de tomar pulque, narran en parte sus fragmentos de vida, la música los acompaña, algunas de Los Cadetes de Linares hacen su aparición sublime en el acto, amenizan con sus notas al cantinero y a toda la comuna; algunos juegan y otros se están quietos. Es el música, aquel actor que tiene que fingir de todo, escuchar y ponerse a su cargo múltiples papeles de actuación, es el amigo, es el padre, es el músico y es el desconocido, aquel que pasa errante.

La música es un elemento clave, tanto en la pulquería como en donde está el agave. La música es tradición en la tierra donde se cultiva y se hace el pulque, la música es la amiga ahí donde se consume.

El pulque solo es pulque, cuando se mezcla con música y una charla amena se vuelve una tradición que te envuelve, algo así nos presenta el autor, reflejando la importancia de elementos que han estado presente en la cultura mexicana.


El documental nos da la idea de que ahí no termina lo que se expresa, que una hora no es suficiente para determinar todos los rasgos que se establecen en dos sitios que aunque distintos uno del otro (la ciudad y el campo) pueden tener muchas similitudes. Todo por servir se acaba, la extinción de un elemento en la cadena trae consigo la extinción del otro. 

jueves, 2 de octubre de 2014

Del olvido al no me acuerdo

Del olvido al no me acuerdo

El autor del documental hace un viaje atreves del tiempo, regresa a un lugar en busca de recuerdos, en busca de algo que se relaciona con él, regresa al lugar en donde nació y vivió su padre, y pregunta a las personas de aquel lugar (incluida su madre) si conocieron a Juan Rulfo (su padre) y que era lo que le podían recordar y contar sobre ese personaje.

Los habitantes son personas mayores, de diferentes edades, pero todos oscilan por arriba de los 60’s (en el caso de los más jóvenes); por medio del método de entrevistas Juan Carlos Rulfo se acerca a la información que requiere, pero en un momento de su trabajo, lo que parecía ser el objetivo del documental (su padre), pasa a segundo plano y su trabajo se vuelve una serie de expresiones sobre la vida de cada uno de los entrevistados. Uno a uno va narrando momentos de sus vidas, recordando pasajes, que si bien algunos eran vagos, otros, aquellos que los habían marcado (se cierta manera), eran exaltados de nuevo con una energía abismal.

La memoria y el recuerdo no lo son para siempre, la razón se encuentra en los detalles, el relato puede cambiar del todo o simplemente pasar al olvido.
Los entrevistados en este caso son la fuente primaria, y la reconstrucción del pasado en base a ello, tiene estrictamente posicionados sus cimientos en el uso de la memoria. Como herramienta, la memoria puede ser muy útil, nos transporta y nos trae el pasado al presente, nos deja a crítica costumbres, mitos, leyendas, que fueron los únicos medios para la transmisión de la información de generación en generación.

La desventaja se muestra en el documental, si no se lleva un orden de lo que se quiere buscar, se puede perder en un bosque frondoso de pasajes y vivencias; el autor se percató de ello más sin embargo dejó que corrieran las ideas y el resultado fue una rica fuente de estilos de vidas y costumbres.


El riesgo en este tipo de trabajos, es quedar atrapado en una conversación que posiblemente no nos marque un final…




jueves, 25 de septiembre de 2014

¿Cómo es la Universidad de Sonora?

¿Cómo es la Universidad de Sonora?

La universidad de sonora es una institución de educación que ofrece a sus estudiantes diversas carreras en las cuales las personas que ingresan van creciendo académicamente, formando sus expectativas y las distintas maneras en las que se puede desempeñar como egresado de la misma.

La Universidad de Sonora, como institución tiene sus bases desde 1942, su desarrollo se ha ido marcando paulatinamente con el pasar de los años, pues a su vez los cambios administrativos han modificado la estructura con cambios físicos e internos.

La Universidad es un lugar espacioso (Al hacer referencia a que la institución es un lugar espacioso, a mí en verdad me lo parece, claro, comparándolo con la Universidad Tecnológica de Hermosillo o la Universidad de la Sierra;  pero aun así, desconozco las dimensiones físicas del terreno de la Universidad de Sonora), posee múltiples áreas en las cuales están destinados los departamentos. En su interior tiene varios pasajes en forma de calles, las cuales nos dan dirección rumbo a los distintos puntos de la misma.

De los edificios más vistos están el salón principal de rectoría, que resalta majestuoso e imponente justo en la entrada principal de la institución, es muy distinto a los demás y el que se le parece es el otro edificio que tiene a su derecha, el departamento de letras, los demás tienen otros tipos de estructuras y diseños en sus acabados, tanto por fuera como por dentro.

La institución cuenta con áreas verdes, no son muchas, pero si resaltan entre el paisaje de construcción. Las carreras no están muy alejadas unas de otras, pero cuando no se conoce el lugar y se encuentra por primera vez, uno se puede confundir con facilidad.

La Universidad cuenta con más de 40 programas de licenciatura, 7 de especialidad, 21 de maestría y 8 de doctorado y esta entre las primeras 10 mejores escuelas publicas del país.
Sus instalaciones son cómodas puesto que mantienen los servicios básicos para un confort durante las horas en las que se esta en la misma.

Acceso a internet, bibliotecas, comedor, son parte de los servicios que han ido evolucionando con el paso de los años…

Lo poco que he conocido de la universidad me da para dar un punto de vista propio, quizás no sea muy amplio y atribuyo eso a que la pregunta ¿Cómo es la Universidad de Sonora?, en cierto modo abarca muchas aristas y toma datos que desconozco del todo, pero con dicho cuestionamiento, pudiera partir a una investigación personal sobre los temas o conceptos que no pude abordar en este momento.